El presidente de la FIFA consideró un éxito el torneo de la Copa Confederaciones el cual considera terminó ayer con un ambiente favorable y consideró que Brasil será una buena sede el próximo año.
Río de Janeiro.- La
FIFA ve la Copa Confederaciones de Brasil 2013 como "gran éxito", pese a
las multitudinarias manifestaciones que sacudieron el país anfitrión
durante las últimas dos semanas en protesta contra los enormes gastos
públicos para organizar el torneo y el Mundial de 2014.
"Cuando
empezamos esta competencia había alguna incertidumbre sobre qué
pasaría", expresó hoy el presidente de la FIFA, Joseph Blatter, "feliz"
de que la Copa Confederaciones haya finalizado anoche en un ambiente más
favorable, reseñó DPA.
"Las turbulencias están cesando y han dado paso a un evento extraordinario", dijo en una rueda de prensa en Río de Janeiro.
También el secretario general de la FIFA, Jerome Valcke, aseguró que en ningún momento la organización del torneo fue afectada por los disturbios en las calles.
"No hubo ni un sólo día en que hayamos tenido la sensación de que algo podría perjudicar la organización de la Copa Confederaciones". enfatizó.
Según Blatter, la Copa Confederaciones reveló que Brasil "está listo" para organizar el Mundial de 2014, y se merece una nota de "entre ocho y diez" por el torneo terminado este domingo, con la victoria de los anfitriones por 3-0 sobre el campeón mundial, España, en el estadio Maracaná.
"En la universidad, uno tiene que lograr como mínimo una nota de ocho para llegar a la maestría. Brasil está listo para la maestría, que es el Mundial de 2014. Ha logrado una nota de entre ocho y diez", aseveró el suizo, en el balance final del torneo.
Al ser indagado sobre los violentos enfrentamientos entre policía y manifestantes que estallaron en las afueras de los estadios -incluso durante la final Brasil-España-, el presidente de la FIFA afirmó que "nadie se opone a manifestaciones pacíficas", pero que el sistema de seguridad debe actuar para evitar actos de violencia.
Blatter minimizó asimismo las protestas contra los gastos de dinero público para organizar la Copa Confederaciones y el Mundial.
"En una cita tan grande como una Copa Confederaciones, un Mundial de fútbol o unos Juegos Olímpicos, nunca estarán todos contentos. Nosotros intentamos satisfacer al máximo posible de personas, para que sientan que el fútbol les trae también alegría y esperanza", concluyó.
A su vez, Valcke declinó comentar la posibilidad de que la ola de protestas vuelva a estallar en forma más violenta durante el Mundial de 2014.
"¿Por qué (las manifestaciones) tienen que ser más grandes en el Mundial?", se preguntó el dirigente, quien afirmó que la Copa Confederaciones ha demostrado que "los dos grupos, los protestantes y los hinchas que van al estadio, pudieron coexistir en esta competencia".
Con miras al próximo año, el "número dos" de la FIFA anunció que la entidad organizará grandes "fan fests", para llevar la gran fiesta del fútbol "a la gente que no tiene acceso en los estadios", y que ello incluirá la instalación de pantallas gigantes en las favelas que albergan a la población más pobre.
"Hay tres millones de entradas y son 120 millones de brasileños. Debemos llevar el Mundial a la gente que no tiene acceso a los estadios. Es lo que hicimos en todos los países donde hemos organizado la Copa Mundial y es exactamente lo que haremos en Brasil", enfatizó.
"Las turbulencias están cesando y han dado paso a un evento extraordinario", dijo en una rueda de prensa en Río de Janeiro.
También el secretario general de la FIFA, Jerome Valcke, aseguró que en ningún momento la organización del torneo fue afectada por los disturbios en las calles.
"No hubo ni un sólo día en que hayamos tenido la sensación de que algo podría perjudicar la organización de la Copa Confederaciones". enfatizó.
Según Blatter, la Copa Confederaciones reveló que Brasil "está listo" para organizar el Mundial de 2014, y se merece una nota de "entre ocho y diez" por el torneo terminado este domingo, con la victoria de los anfitriones por 3-0 sobre el campeón mundial, España, en el estadio Maracaná.
"En la universidad, uno tiene que lograr como mínimo una nota de ocho para llegar a la maestría. Brasil está listo para la maestría, que es el Mundial de 2014. Ha logrado una nota de entre ocho y diez", aseveró el suizo, en el balance final del torneo.
Al ser indagado sobre los violentos enfrentamientos entre policía y manifestantes que estallaron en las afueras de los estadios -incluso durante la final Brasil-España-, el presidente de la FIFA afirmó que "nadie se opone a manifestaciones pacíficas", pero que el sistema de seguridad debe actuar para evitar actos de violencia.
Blatter minimizó asimismo las protestas contra los gastos de dinero público para organizar la Copa Confederaciones y el Mundial.
"En una cita tan grande como una Copa Confederaciones, un Mundial de fútbol o unos Juegos Olímpicos, nunca estarán todos contentos. Nosotros intentamos satisfacer al máximo posible de personas, para que sientan que el fútbol les trae también alegría y esperanza", concluyó.
A su vez, Valcke declinó comentar la posibilidad de que la ola de protestas vuelva a estallar en forma más violenta durante el Mundial de 2014.
"¿Por qué (las manifestaciones) tienen que ser más grandes en el Mundial?", se preguntó el dirigente, quien afirmó que la Copa Confederaciones ha demostrado que "los dos grupos, los protestantes y los hinchas que van al estadio, pudieron coexistir en esta competencia".
Con miras al próximo año, el "número dos" de la FIFA anunció que la entidad organizará grandes "fan fests", para llevar la gran fiesta del fútbol "a la gente que no tiene acceso en los estadios", y que ello incluirá la instalación de pantallas gigantes en las favelas que albergan a la población más pobre.
"Hay tres millones de entradas y son 120 millones de brasileños. Debemos llevar el Mundial a la gente que no tiene acceso a los estadios. Es lo que hicimos en todos los países donde hemos organizado la Copa Mundial y es exactamente lo que haremos en Brasil", enfatizó.
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