El jugador del Barça es el mejor de Brasil en una Copa Confederaciones en la que ya ha dejado dos golazos y una espectacular asistencia
Neymar da Silva Santos Junior llevaba meses dejando
muestras de su talento. Bicicletas, carreras, esláloms, diagonales,
controles, regates, asistencias y goles, muchos goles con el Santos.
Parecía, sin embargo, que todas estas habilidades del extremo se ponían
en cuestión porque las realizaba en los campeonatos brasileños. Al
reciente fichaje del Barça le faltaba confirmarse a nivel mundial y qué mejor ocasión que la Copa Confederaciones, un torneo que los futbolistas se están tomando mucho más en serio de lo que cabría esperar.
El delantero ha necesitado tan solo dos partidos para mostrar al mundo todo su talento y su calidad individual. Se ha erigido en la mejor baza de su selección y su intervención ha sido capital para clasificar a la canarinha para las semifinales por la vía rápida. Si ante Japón (3-0) abrió el marcador con un golazo desde fuera del área en el minuto tres, frente a México repitió con una volea con la izquierda y, sobre todo, dejó una espectacular jugada para servirle el segundo a su compañero Jo casi al final del partido.
Brasil nunca ha perdido un partido de la Copa Confederaciones en el que empezase adelantándose, y ante México prolongó esta racha gracias a las genialidades de Neymar. Primero mostrando su depurada técnica para aprovechar un mal despeje del capitán mexicano, Francisco Rodríguez, tras un centro de Dani Alves. Y, luego, levantando al público de sus asientos con un rápido quiebro, cambiando la pelota de un pie a otro para escaparse de Hiram Mier y de Rodríguez, y esperando el momento oportuno para dar la asistencia final.
El delantero ha necesitado tan solo dos partidos para mostrar al mundo todo su talento y su calidad individual. Se ha erigido en la mejor baza de su selección y su intervención ha sido capital para clasificar a la canarinha para las semifinales por la vía rápida. Si ante Japón (3-0) abrió el marcador con un golazo desde fuera del área en el minuto tres, frente a México repitió con una volea con la izquierda y, sobre todo, dejó una espectacular jugada para servirle el segundo a su compañero Jo casi al final del partido.
Brasil nunca ha perdido un partido de la Copa Confederaciones en el que empezase adelantándose, y ante México prolongó esta racha gracias a las genialidades de Neymar. Primero mostrando su depurada técnica para aprovechar un mal despeje del capitán mexicano, Francisco Rodríguez, tras un centro de Dani Alves. Y, luego, levantando al público de sus asientos con un rápido quiebro, cambiando la pelota de un pie a otro para escaparse de Hiram Mier y de Rodríguez, y esperando el momento oportuno para dar la asistencia final.
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